Las experiencias que ofrecen los rincones deberán contribuir al desarrollo de la autonomía, la creatividad y la expresión libre, proporcionando un clima cálido y seguro que fomente la afectividad y aceptación personal.
La mejor forma de trabajar los rincones es que los propios niños/as sean los que elijan el rincón donde quieren estar. Eso si, hay que tener un control en los rincones para saber qué niños/as han pasado y cuáles faltan por estar en algún rincón. Esto se puede llevar a cabo realizando un mural de doble entrada, en las que aparece los días de la semana y las fotos de cada alumno/a y deberán poner un gomet correspondiente al rincón.
Se pueden realizar muchos rincones. Aquí os dejo 3 posibles rincones que pueden estar en el aula de infantil:
RINCÓN LÓGICO-MATEMÁTICO
- En este rincón, los niños construyen el pensamiento matemático, a partir de la observación y experimentación de los materiales.
- Será un rincón con materiales muy virados, con muchas posibilidades de acción y relación que evolucionarán a lo largo del curso.
- Podemos encontrar puzzles, tacos, pinchitos, bolas, regletas...
RINCÓN SENSORIAL
- Se necesita un espacio luminoso y alegre.
- En ese rincón, los niños desarrollan la capacidad sensitiva discriminando las sensaciones y percepciones termo-táctiles y también desarrollan la memoria visual.
RINCÓN DE PSICOMOTRICIDAD
- Se necesita un espacio amplio que incite la actividad motriz.
- Los niños/as adquieren nuevas competencias motrices
- Podemos encontrar materiales como aros, cuerdas, colchonetas, bancos, alfombras...
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